29 jun 2009

TOBAR


El otro día me acerqué al casco histórico para charlar con un amigo que conoce bien la Huerta de la Salud, pues quería escribir algo sobre la última época de la finca, y me faltaban algunos datos. La verdad es que no conseguí gran cosa, como ya me imaginaba, sobre todo en lo que se refiere a uno de sus últimos propietarios, Don Pedro Tobar, pues siempre se encuentra un cierto misterio cuando se trata de este personaje.




Por entonces se publicó en los periódicos la noticia de la aparición, en perfecto estado, de una película de los comienzos de la II República Española. No perdí tiempo y busque el video en Internet.
Es un documento impresionante con una extraordinaria calidad de imagen y sonido. Andaba yo pensando en la frescura que destilaba el reportaje a pesar de los años y en como aquellos personajes históricos volvían a la vida por la magia del cine, cuando de repente, apareció él, el mismísimo don Pedro Tobar, con sus largas barbas. Ahí estaba levantando acta de la cesión de la Casa de Campo al pueblo de Madrid el 6 de mayo de 1931, entre el ministro de hacienda Don Indalecio Prieto y el alcalde Don Pedro Rico. Ceremonioso y con cierto nerviosismo, Tobar inicia el aplauso a los discursos de los políticos. ¡Vaya papelón!, él, que había donado 25 pesetas para un monumento a Alfonso XIII, rodeado de tan altas autoridades de la República.





El caso, es que “la aparición” me ha animado a escribiros este pequeño texto sobre el “duque de Tobar” ( como le llamaban en Hortaleza) y su gran proyecto. Fue abogado y decano del Colegio de Notarios de Madrid, refundador de la antigua quinta de la Huerta de la Salud, que adquirió, junto con las tierras que de ella dependían, en 1894. Esta abultada hacienda fue acrecentándose de manera sistemática a lo largo de los años, unas veces mediante la compra de tierras, otras veces las propiedades se adquirían como la garantía de pago de préstamos que él mismo concedía a agricultores, que finalmente no podían satisfacer su deuda, y otras aplicando sus conocimientos de las leyes, como así fue en el famoso pleito que ganó en el juzgado de Colmenar Viejo (sentencia del 10 de septiembre de 1925), contra el Ayuntamiento de la villa de Hortaleza, por el cual, el Arroyo Valdebebas y su entorno paso a ser de su propiedad. La cuestión es que, de una u otra forma, reunió una inmensa extensión de terreno para alimentar su gran proyecto, la que fue una de las industrias agropecuarias más avanzadas de su tiempo, donde se aplicaban las últimas tecnologías tanto en sistemas de producción como en maquinaria agrícola, y en la que trabajaban, en diferentes oficios, numerosas familias.
 

El corazón de esta industria que, según las estaciones del año, llegaba a tener una actividad febril, se encontraba en una de las propiedades que pertenecieron al Duque de Frías, la Huerta de la Salud. Allí alrededor de la vivienda familiar se fue edificando, en el primer cuarto del siglo XX, un gran complejo, en el que podíamos encontrar: almacenes de todo tipo, graneros, un silo, caballerizas y cuadras, una gran alberca, abrevaderos para el ganado, norias de abundante agua, viviendas para los empleados, etc... También, fuera del recinto, esparcidos por el término, se contaban algunas construcciones para la guarda del ganado y el almacenamiento de aperos de labranza.
 

Pero entre todos los edificios que mando construir el que mas destacaba era el conocido como “mirador”, una altísima torre palomar donde según dicen, se guarecían las palomas de los contornos y hasta de la Plaza de Cibeles. Esta magnifica torre que marcó el perfil del pueblo durante casi todo el siglo XX, se divisaba desde muchos kilómetros a la redonda y desde lo alto Tobar, además de vigilar sus propiedades, se entretenía divisando el torreón de unas casas que poseía en la Puerta del Sol.
 

 
Tanto los innovadores métodos constructivos que se aplicaron, a base de hierro y hormigón, como la concepción estética de los edificios, hacían que hortaleza pudiera presumir de tener en su trama urbana un conjunto situado a la vanguardia arquitectónica de esos años.
Por desgracia el "Plan Especial de Protección y Conservación de Edificios Histórico-Artísticos de la villa de Madrid", ya en democracia, no salvó estas edificaciones que daban carácter al casco histórico, obra de este terrateniente,que fue figura omnipresente en la Hortaleza de finales del XIX y principios del XX.
Fuentes: Madrid (Hortaleza-Vicalvaro) / Teresa Perez Higuera. Historia de Hortaleza /Francisco Javier Pastor Muñoz.

17 comentarios:

Ricardo Márquez dijo...

Bravo Juan Carlos... realmente un trabajo fino. Mirá que puse el vidéo del noticiero en mi blog, pero desconocia que salía don Pedro Tovar.

Te pondré en enlace en las Quintas.

Sigue así, estas realizando una labor escelente.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hola a todos.Por lo que yo sé, los Tobares eran republicanos, al menos el padre, Don Francisco.A lo que yo añado:como toda persona inteligente.
Don Pedro era un auténtico talento, un genio. De ahí su excentricidad.
También me consta que era muy cariñoso y alegre en el trato.Desconocía que hubiera gente, para mí desconocida, que sintiera tanta curiosidad e interes por su figura.
En cuanto a lo de misterioso, no entiendo el misterio.
Don Francisco , el padre, se forjó su porvenir con mucho estudio y trabajo. Y Don Pedro igualmente.Yo siento un gran respeto por ambos y un inmenso cariño.
Estoy de acuerdo en la tremenda pérdida cultural que supone la desaparición de las torres.Sé que su estado ruinoso suponía realmente un gran peligro.
Salvar esos monumentos sólo habría podido ser asumido por el estado.
Ojalá se hubieran podido salvar.
Me despido agradeciendo los maravillosos momentos que me has proporcionado viendo el video y pudiendo conocer a Don Pedro.
Un saludo.Anónimo

Juan Carlos dijo...

Hola amigo

Me alegra mucho tu mensaje para añadir algunos datos sobre la familia Tobar.
Esta familia figura en la memoria colectiva de Hortaleza, y sobre ella aún circulan algunas leyendas.
Me gustaría poder charlar sobre algunos detalles contigo. Manda forma de contacto a buzon@hortaleza.eu
Gracias y un saludo.

Anónimo dijo...

Las leyendas, son eso, leyendas y muchas veces ( por no decir casi siempre ) no tienen ni fundamento.
No hay mayor misterio en ésta que el haber trabajado mucho toda la vida para invertir esos esfuerzos en tierras que se cultivaban ,lo que daba trabajo a gente de la zona.
Nadie de Hortaleza puede decir nada de lo que hacía o decía la familia Tobar sencillamente porque cuando venían se recluían en su casa y ni salían.Tenían esta propiedad de asueto.
O sea que lo poco o mucho que se cuente sobre sus vida es....imaginación al poder!!.
Un saludo.

Andres dijo...

Juan Carlos:
Podria ayudarme en la busqueda de una finca
amurallada de Hortaleza en la que se verificó
un duelo a pistola entre el escritor Blasco Ibañez y el diputado Rodrigo Soriano el dia
13 de Julio de 1903 que era propiedad de un
joven politico amigo de Romero Robledo y que fué candidato a Cortes por ese Distrito.
¿Nombre de la finca y nombre de su propietario? Gracias.

Juan Carlos dijo...

Estimado Andrés:

Como usted sabe, el duelo era un delito perseguido en aquella época, y como es natural, hubo un pacto de silencio para no involucrar al propietario de la finca; por lo tanto, lo que yo puedo aportar son algunos datos que coinciden con las insinuaciones de los periodistas que describían el hecho en cuestión.

El político joven al que se referían, podría ser Rafael Gasset, tío del filósofo Ortega y Gasset, director del periódico “El Imparcial” y que fue ministro nueve veces.

Parece, que la familia Gasset era propietaria en aquella época de “La Huerta Mena”, por lo que podría pensarse que fue allí donde se produjo el “encuentro”. Hay un dato que para mi es importante, y es que un periodista se refiere al lugar como “hermosa finca”, calificativo perfecto para esta antigua Quinta.

Espero haberle servido de ayuda.

Un Saludo

ohara dijo...

Os he encontrado de casualidad. Soy de hortaleza y me ha dado mucha alegria ver fotos de La Huerta de la Salud, sobretodo, porque me ha traido recuerdos de mi infancia cuamdo iba con mama a ver auna amiga de ella que trabajaba allí.
Lo recuerdo como algo con mucha vida,es una pena que el"Plan de Protección y Conservación de edificios Históricos no funcione en este Pais.Os agradeceria me digerais cual era la casa de Arniches,Gracias

Juan Carlos dijo...

La verdad es que todos añoramos aquel pueblo tan alegre.Creo que nos estamos haciendo "mayores".
He puesto en el articulo de Arniches una vista, de la que fue su casa, desde el camino a las Carcavas o al Cerro de los Perros como decian los viejos. un saludo.

Anónimo dijo...

TENGO ENTENDIDO QUE EL PROPIETERIO DE LAS FINCAS PERDIO CASI TODO Y SE LO QUEDO EL CONTABLE POR SER FRANQUITA ES MÁS SE HIZO UN CUARTEL DE LA GUARDIA CIVIL EN LA CALLE LAS HERAS.
TAMBIEN ME GUSTARIA SABER PORQUE NO SE HACE NADA CON LA CAÑADA REAL QUE PASA POR LAS CARCABAS Y QUE CON EL CONSENTIMIENTYO DE UNOS POLITICOS SE ADUEÑO EL SEÑOR FLORENTINO Y QUE VALLO ÉL ACTUAL PRESIDENTE DEL REAL MADRID PARA HACER CASAS Y ASI SEGUIRSE ENRIQUECIENDOSE ÉL Y LOS POLITICOS QUE SE LO AUTORIZARÓN Y ÉL
OTRA PROPIEDAD DE LOS CIUDADANOS QUE SE LO QUEDAN PARA ENRIQUECERSE LOS PODEROSOS
UN SALUDO:
J.C.C.M
UNO DE LOS VECINOS DE HORTALEZA.

Juan Carlos dijo...

Hola JCCM
No se de dónde habrás sacado eso del contable, pero no es cierto.
El propietario murió sin descendencia legando su fortuna a la persona que le cuidó en sus últimos años.
En cuanto a la cañada, que quieres que te diga. Lo que han hecho con Valdebebas me parece todo un despropósito.

ohara.hor@hotmail.com dijo...

Gracias por aclararme cuál era la casa de Arniches.La verdad esque...la conocía de sobra, pero no la relacionaba con él. Por cierto, que ése camino lo rrecoria con mi madre y mi padre ya que eran amigos de Gascón y trataba de convencerlos para que compraran un terreno.
Y sí,creo que todos añoramos no sólo ése alegre pueblo con su pilón y las vacas bebiendo en él y los niños tirandolas del rabo, sino también cuàndo ibamos la salida de los bautizos a recoger las perras gordas(cómo las llamavamos)o alguna peseta cómo algo más extraordinario pidiendole al padrino que no fuera tacaño.
pienso que mientras recordemos éstas cósas con ilusión y cariño nuestro espiritu siempre será jóven.Un saludo

Isabel dijo...

Cuando iba de pequeña al colegio,(hará unos 44 años), antes de que demolieran la torre, se veía un ataud al aire libre, en el edificio. Decían que era del dueño de la finca. Al principio la huerta estaba cerrada, después abrieron una puerta por la parte de las heras/sta. María y por abajo, hacia la casa de enfrente de la gasolinera (Mar de las Antillas) y se veían casitas con gente que tenía ganado.

Anónimo dijo...

yo viví en frente de la Huerta de la Salud en la calle Mar de Aral, mi madre todavía vive allí. Desde mi casa veía todo lo que decís, las gallinas iban sueltas por los caminos de las casa que cuando llovía se formaban unos barrizales impresionantes. Cuando eramos pequeñas contabamos historias de medio sobre la torre que estaba al lado de mi casa, como que vivía la bruja, que sería una persona mayor. Me ha traido muchos recuerdos de mi infancia y estaría viendo fotos de entonces todo el tiempo. Gracias

Anónimo dijo...

Yo vivi en el parque de Santa María ,Hortaleza cuando era pequeña y recuerdo en Particular la Huerta de la Salud.
Recuerdo que salir del parque y adentrarnos en la Huerta era como salir a un territorio inexplorado. Mi madre me prohibía entrar en los edificios obviamente por razones de seguridad, pero todavía recordaba algo de esos viejos tiempos. Había gente mayor como decís con las gallinas , de las que sólo quedaron durante años las jaulas de rejilla y luego almacenadas viejas máquinas agrícolas que no sé que final tuvieron ¿se sabe algo qué pasó con ellas?
Hubo una que recuerdo en especia, en la construcción al lado del silo donde estaba "aparcada": la llegaron a quemar unos desaprensivos y recuerdo ese día porque llegaron los bomberos a apagar aquello..
Es una pena que nuestro patrimonio industrial se haya perdido y se hayan demolido estos edificios. Quedan solo 3 ahora.
Hace poco volví por aquella zona... (vivo ahora desde hace 20 años fuera de Madrid) y no veáis qué desazon.

Por cierto, quería preguntaros acerca de un extraño muro que parecía una muralla, en el camino que separa Colombia, Canillas... siempre pensé que eran los restos de un castillo. ¿Alguien sabe de que época es?

Saludos y felices fiestas.
Isabel

Juan Carlos dijo...

Tienes razón, las antiguas cosechadoras eran impresionantes por su gran tamaño y la belleza de su maquinaria. Mi padre y yo mismo hicimos todo lo que pudimos para salvarlas y conseguimos que sus propietarios las cedieran generosamente al pueblo de Madrid.
A la Huerta de la Salud acudió el economista Ramón Tamames, Primer teniente de Alcalde, y nos prometió un destino adecuado para aquellas reliquias. Por desgracia, la municipalidad no actuó con diligencia, quedando por algún tiempo abandonadas sin ningún tipo de protección, esto propició que fueran desguazadas, poco a poco, por los ladrones de metales y finalmente ,algún salvaje, quemó las partes de madera.
Perdimos así unas piezas de arqueología industrial de gran valor histórico, fundamentales para conocer la memoria rural de nuestra ciudad.

marianela dijo...

Nosotros pasábamos por la puerta de la Huerta cuando íbamos al colegio; mi hermana la pequeña iba a parvulitos, las demás al cole de las mayores y los chicos al cole del pilón. También escúchabamos historias de miedo sobre alguien que estaba enterrado en la torre. Esto era a principios de los años 60.

hezuelia dijo...

¡Qué alegría encontrar este blog! Mis padres vinieron a vivir a Hortaleza en octubre de 1962 y yo con ellos claro (tenía 7 años). Para ir al colegio pasaba todos los días por delante de la Finca de los Tobares (jamás escuche lo de Huerta de la Salud hasta hace unos años). En el colegio, ¡mixto y laico! estudiaban dos chicas de la familia de los propietarios. Se decía que el antiguo propietario se la había dejado a la sirvienta, las dos chicas serían sus nietas. Íbamos a jugar al fútbol a las Eras. Yo tenía un compañero que vivía en la finca y gracias a eso tuve ocasión de visitar la finca varias veces, era entrar en otro mundo: Ganado, maquinaria, el Silo, la Torre....las humildes viviendas donde habitaban los trabajadores (hoy es la sede de la biblioteca municipal). El colegio dejó de existir hace muchos años, mantengo buena amistad con una compañera que vive en Francia y soy vecino de un matrimonio que surgió allí entre el hijo del director/dueño (D.Gregorio) y una profesora. Dejé Hortaleza en el año 1980 y he vuelto a vivir allí en el 2000.